This article has been without a doubt one of the hardest articles I’ve written, not because I don’t know what to say (I’d talk about this for pages long) but because I want it to be about me sharing my experience with you all about volunteering in Kolkata for 6 months. I want to be able to inspire people to do the same with this article; what I don’t want is for people to admire me or comment things like “wow you’re so good”, that’s exactly what I’m trying to avoid. So after this (quite long) disclaimer, I hope this article inspires you to go away and help others, weather it’s close to where you live or somewhere far away, I want to inspire your desire to help others, to give some of your time and to realize that when you give back, you receive even more.
The Missionaries of Charity were founded by Mother Teresa in 1946 and are focused on helping the poorest of the poor all around the world, now a days they have homes in over 133 countries and do a completely admirable amount of work. They focus on giving love and support to those who are in extreme need, they offer homes, schools, dispensaries, food or simply advice to all of them and charge nothing. As we arrived to Mother House all I could feel was admiration for these incredible ladies that dedicate their lives simply to helping others.
As a volunteer you can visit Mother House and volunteer from 1 day to 1 year (or more), there’s no minimum or maximum of days you can be here, and the signing up system is very simple. All you need is a plane ticket to and from India, a hotel or guest house where you’ll stay, an Indian visa and some money to cover your expenses (in general India is super cheap). When you arrive to Mother House you can sign up with the sister in charge and decide on which house you’d like to help out.
In Kolkata there’s about 8 different options of houses where you can volunteer; there’s babies, kids and grown ups, disabled people, dispensaries and houses of the dying. It’s up to you where you want to help out while you’re here in this magical town. Every morning there’s mass and breakfast at Mother House and from there volunteers head in groups to the different houses they are volunteering in, all spread out around Kolkata.
It would be impossible for me to tell you all the details about my personal experience in Kolkata, but I would like to share a few things. I volunteered in Daya Dan in the mornings, which is a house of disabled girls and boys and was without a doubt my home during those months. In the afternoons I worked at Kalighat which is home for the dying elder people, here I learned many lessons and really admired all the volunteers who give their time to these people. It’s impossible not to fall in love with the kids and people you meet, a little piece of your heart definitely stays there.
On the other hand you meet the Sisters and Massies (these are Indian women who work every day on the houses and run every single detail) and it’s impossible not to admire them completely! They are a true living example that if you work with love and hard work everything is possible. I owe them so many lessons I learned while working with them, always laughing and smiling even if the odds weren’t in their favour. Don’t be afraid of getting to know new people, especially volunteers, they’re the ones that give these houses their essence.
M last recommendation would be to not be afraid of going alone, I had the blessing of arriving with a friend and meeting a group of mexicans that became my family instantly. I owe them every good memory and unforgettable days that we had, they made my semester the best one of my life and I can’t imagine what it would’ve been lime without them. I also met people from all over the world, Spain, Germany, Argentina, Egypt and so many other countries that made me learn about their customs and realize how wrong I was about many of them. In Kolkata you find a group of people who are looking for the same things as you are in life, who will become your family eventually and who will mark you forever.
I could go on and on about this for pages, but I believe there’s no better way to understand something than by living it. So I invite you to go out there, weather it’s someplace else or it’s Kolkata, and experience the adventure of volunteering. The people you meet, the experiences you live and the way it changes you will be something you’ll treasure forever. I can’t wait for the day I can go back to this magical town that gave me so many days of pure joy, I hope someday you can experience it too, because once you do, nothing will ever be the same.
Este artículo sin duda ha sido uno de los que más trabajo me ha costado escribir, no por que no tenga nada que decir (créanme, podría hablar de esto por horas), si no por que quiero que sea un artículo en el cual yo comparta mi experiencia de voluntariado e inspire a otras personas a hacer lo mismo. No quiero que sea un artículo en el cual yo hable sobre las personas a las cuales ayude, y reciba comentarios de “wow” o “que fuerte que fuiste tan lejos tanto tiempo”, eso es lo último que quiero. Lo que estoy buscando es compartir con ustedes mi experiencia de voluntariado en Calcuta por 6 meses, y lo que eso me hizo a mí, cómo me cambió y como me marcó; quiero inspirarlos a ustedes a atreverse a hacer lo mismo, a ayudar, a regalar un poco de su tiempo y a darse cuenta que cuando más recibes es cuando dás.
Las Madres o Misioneras de la Caridad fueron fundadas por la Madre Teresa en 1946, y están enfocadas en ayudar a los más pobres de los pobres en todo el mundo, hoy en día tienen casas en más de 133 países y hacen una labor completamente admirable. Se enfocan en dar amor y apoyo a esos más necesitados, ofreciendo hogares, comida, dispensarios, o simplemente consejos a aquellos que más lo necesitan. Al llegar a Mother House en Calcuta lo único que yo pude sentir fue admiración, por cada una de estas mujeres que dedican su vida simplemente a ayudar a los demás.
Como voluntario puedes visitar Mother House y ser voluntario desde 1 día hasta 1 año, no hay mínimo ni máximo de días que puedes ir, y el sistema de inscripciones es demasiado sencillo. Lo único que necesitas para ir es un hotel o casa donde te hospedaras, tu visa, un vuelo de ida y vuelta y algo de dinero para sustentar tu viaje. Las inscripciones son presenciales con las hermanas y ahí deciden en cuál de las casas puedes ayudar.
En Calcuta hay alrededor de 8 casas donde puedes ser voluntario; hay bebés, niños, jóvenes y adultos, discapacitados, heridos y moribundos. Depende de tí dónde quieres ayudar y cuál va a ser tu casa durante tu tiempo en esta caótica pero mágica ciudad. Todas las mañanas hay misa y desayuno en Mother House y de ahí los voluntarios se dirigen en grupos a las casas que están distribuidas por toda la ciudad.
Creo que es imposible que les cuente todos los detalles de mi experiencia, pero sí les quiero compartir un pequeño resumen de lo que hice durante esos meses. Trabajé en Daya Dan en las mañanas, que es una casa de niños discapacitados y Kalighat en las tardes, que se enfoca en adultos mayores y moribundos. Estas dos casas sin duda llenaron mi corazón e hicieron de mi experiencia algo inolvidable. Los pacientes y personas que conoces cambian tu vida, te hacen darte cuenta de lo verdaderamente importante y te sacan una sonrisa diario, es casi imposible no encariñarse.
Por el otro lado las Hermanas de la Caridad que conoces y las Massies (mujeres de la India que trabajan de planta en las casas) de verdad se llevan el trofeo. Son un ejemplo claro de lo que significa trabajar con amor y que con mucha dedicación todo se puede lograr. A ellas les debo un semestre lleno de risas y mucho aprendido. No tengas miedo en conocer a las personas que están ahí ayudando, sin duda son los que le dan la esencia a estas casas.
Mi última recomendación es que no tengan miedo en ir solos, yo fui muy afortunada de poder compartir esta experiencia con un grupo de mexicanos que se hicieron mi familia. Fue por ellos que todos mis días se llenaron de nuevas experiencias y de memorias inolvidables. Conocí también a muchas personas de diferentes países como España, Alemania, Argentina, Egipto y otros países que cambiaron mi perspectiva de muchos temas y me hicieron ver cuán equivocada estaba de otros. En Calcuta encuentras a una familia que está buscando lo mismo que tú en la vida, y te dejan marcado para siempre.
Podría seguir hablando de este tema durante páginas, pero no hay mejor forma de entender algo más que intentándolo tu mismo. Así que los invito a atreverse a ir a algún lugar de voluntariado, puede ser este o puede ser otro, pero en mi opinión nunca había ido a un lugar tan mágico como Calcuta. Las personas que conoces, el ambiente de voluntariado y los corazones que tocas (y te tocan) te dejarán marcado el resto de tu vida. A mi me dejó completamente enamorada y con ganas de regresar mañana! Te invito a atreverte a cambiar tu vida, una vez que lo hagas nada será igual.
