One of my favorite destinations out of all of India definitely was Ranthambore; as we arrived into town we had no idea what to expect, we’d heard that in this national park you could see the famous Bengal Tiger and we loved the idea of watching this majestic creature up close, so we decided it was worth a visit.
We arrived to our hotel and settled in, one of the highlights of this destination is that there isn’t much to do except going on “safari” during the morning to look for the tiger and rest in the afternoons in the hotel. Our hotel room was inspired completely on a tent, so the feeling of adventure and contact with nature were definitely on the air since we arrived.
We went to sleep early the first day and woke up even earlier the next morning, we were headed to the National Park to look for the famous Bengal Tiger; sadly not everything in the world works as you’d want it to and our first day was a no show for Mr. Tiger (that’s how locals call them 🙂 ). We searched for them everywhere, all around the mountains, through the tall grass and even around rocks, but we just couldn’t find him. That day we returned to the hotel and had dinner there, we had an amazing bonfire and were able to see some of the clearest sky full of stars we’ve ever seen! Ranthambore is a very small town, so the luminosity of the sky is without a doubt breathtaking.
The next day we did the same routine, we woke up early and went to look for the tigers; but this day we were actually very lucky! We had the wonderful luck of seeing a mama with 3 cubs, playing around the tall grass and enjoying the morning light! We were there for like an hour while we saw those magnificent creatures with their black and orange stripes move from side to side! They say pictures never really show you how grand these animals are, and even though we were a little far away they really left us astonished by their beauty! Without a doubt a moment we will never forget, and one of the highlights of our trip.
We left Ranthambore with a very happy and satisfied heart, we’d heard before that many people visited the park and never saw any tigers, so we felt completely blessed and lucky to have seen such an amazing scene with the tigers. Ranthambore without a doubt was an amazing experience for us, we were able to disconnect from the city to connect with nature; hopefully one day we’ll be back to meet Mr. Tiger once more.
Uno de mis destinos favoritos de toda la India sin duda fue Ranthambore; al llegar al pueblo no teníamos ni idea de qué esperar, habíamos escuchado que en este parque nacional puedes encontrar tigres de bengala, y nos encantó la idea de visitarlo e intentar encontrar a este animal tan increíble y famoso en el país.
Llegamos a nuestro hotel y nos instalamos, una de las joyas de este destino es que no hay muchas actividades variadas por hacer, durante la mañana vas de “safari” buscando al tigre y si no lo encuentras regresas al día siguiente a intentarlo de nuevo. Es como un destino en el cual vas a descansar en las tardes y a trabajar en las mañanas. Nuestros cuartos de hotel estaban inspirados completamente en tiendas de campaña, entonces esto nos dió un pequeño sentimiento de que estábamos en un lugar donde la aventura nos acompañaría.
Nos fuimos a dormir y al día siguiente nos despertamos temprano para ir en busca del famoso Tigre de Bengala; no todo en la vida es fácil y nuestro primer intento fue uno fallido. Nuestra Jeep recorrió todo el parque y nada, buscamos entre el pastizal alto, atrás de muchas rocas y recorrimos montañas durante horas pero el famoso Tigre nada más no se quería aparecer. Ese día regresamos al hotel y cenamos ahí, tuvimos una increíble fogata bajo las estrellas, y como esta es una zona del país mucho menos poblada pudimos de verdad ver miles de estrellas. Visitar Ranthambore fué como un pequeño retiro con la naturaleza de 3 días.
Al día siguiente volvimos a lo mismo, nos despertamos temprano y fuimos en busca del tigre; pero esta vez sí tuvimos suerte, y mucha! Nos tocó ver a una mamá con sus 3 cachorros, jugando en el pastizal y disfrutando de una hermosa mañana. Estuvimos fácilmente como 1 hora viendo a las increíbles criaturas con sus rayas hermosas naranjas y negras. Eso de que dicen que las fotos no les hacen justicia es cierto, nosotros estábamos un poco lejos pero con binoculares podías de verdad ver a los animales jugando, y sin duda fué unos de los mejores momentos de nuestro viaje.
Nos fuimos de Ranthambore con el corazón muy contento y completamente satisfechos, habíamos escuchado que no todo mundo era tan suertudo y que muchas veces regresaban del parque nacional sin haber visto nada. Por lo cual nos sentimos extremadamente agradecidos con la naturaleza de habernos regalado esa escena por tanto tiempo. Ranthambore sin duda fué un escape para nosotros, de la ciudad al campo y de poder disfrutar estar desconectados de la civilización y conectados con la naturaleza. Esperemos poder regresar algún día a este destino tan emocionante y hermoso.
